Observando a nuestro alrededor o incluso a nosotros mismos podemos decir que la tecnología apodera en cualquier individuo. Parecería de película para cualquiera de nuestros abuelos o visabuelos que por desgracia no han podido ver este gran avance. Haciendo una reflexión sobre este artículo, he podido recordar cuántas veces repetía mi madre “¡qué bien se vivía sin teléfonos!.
Me resulta gracioso recordarlo, sobretodo porque yo la llamaba la chapada a la antigua y ahora es una involucrada más en este sector tecnológico. Es evidente que la vida prospera, debe hacerlo por nuestro bien. El problema está cuando algo nos invade y nos crea adicción ya que todo en exceso es malo.
Debido a este problema, nace la idea de SlowTech que intenta reclamar tiempos y espacios privados para atender nuestras necesidades y las de nuestro alrededor dejando de lado el uso excesivo de las TIC. Es decir, consiste en saber diferenciar la vida virtual con la real para así poder disfrutar y recuperar lo que nuestros antepasados sentían.